CENTRO ESPECIAL DE EMPLEO EN QUINTANADUEÑAS, BURGOS

Los complejos donde viven, se ocupan y trabajan los discapacitados intelectuales, se situaban, hace unos años, a una distancia prudencial de los centros urbanos. Ahí se los atendía, se les concentraba y no hacía falta que las ciudad les viera.

La arquitectura de estos centros, la que nos encontramos en las afueras de Burgos, parecía proyectada por un ingeniero militar, que quizás fuese un día presidente de la asociación de padres. Naves de ladrillo a dos aguas, barracones de ladrillo...

Ampliar la actual nave del Centro Especial de Empleo. Los responsables nos dejaron replantear lo que tenían decidido a priori; ahora, la entrada, las oficinas, los aseos, comedor, se situarían detrás, aunque hubiera que hacer una nueva carretera de acceso, separando la entrada de las personas y las mercancías, que se seguiría produciendo al oeste.

La nave de ladrillo de doble crujía, a dos aguas cada una, se ampliaría, despiadadamente y sin sutilezas, adosándole una nueva pieza, esta vez sin pilares. Una cercha de 30 metros armaba el lucernario de la intersección y de ella colgaban cerchas triangulares. Atornillada a las mismas una chapa grecada, lacada en azul, buscaba, en los días azules, confundirse con un cielo que vemos en el lado opuesto a través de vidrios sin carpintería. Los fluorescentes estándar continuos, delatan la estructura escondida. En las piezas de acceso, el estar se gira buscando el sur exacto y se emplea el mismo argumento estructural de las cerchas invertidas, forrándolas esta vez a dos caras de ladur, como costillas de una ballena.

Los distintos materiales empleados en cada pieza, y sus formas nítidas y reconocibles, querían ser un virus imparable que contagiara la monotonía del resto del complejo. Juegos de construcciones en un jardín.

DATOS:

Arquitectos: Jose Mª de Lapuerta y Carlos Asensio

Promotor: ASPANIAS

Constructora: Jerconsa

Superficie: 1.720 m2

Fechas. Proyecto: 1994 Obra: 1995